La lengua rebelde

Somos abrapalabra, cooperativa de servicios lingüísticos y nuestra lengua rebelde dice que las lenguas no son una mercancía, que no pueden ser ni nunca serán propiedad de una institución, de un Estado ni de una corporación: las lenguas son bienes colectivos, diversos y dinámicos que pertenecen a las comunidades hablantes.

Nuestra lengua rebelde dice que las lenguas no pueden ser ni nunca serán un instrumento de opresión que discrimine entre lo aceptable y lo equivocado: las lenguas son cuerpos vivos y no queremos que haya cuerpos equivocados.

Nuestras lenguas, nuestros cuerpos, llevan aquellas marcas que definen lo que somos: nuestro color de piel, nuestro género, nuestro origen, nuestra historia. Marcas que hablan. 

Como traductoras rebeldes que somos, el encuentro entre lenguas es nuestra trinchera desde donde batallamos: allí donde se confunden significantes, buscamos convidar significados. Allí donde el migrante no consigue dónde pasar la noche, nuestras lenguas rebeldes funcionan como refugio. Allí donde la campesina necesita visibilizar su lucha, nuestras lenguas rebeldes actúan como vías de articulación. Allí donde una mujer debe poner en riesgo su vida para ejercer un derecho, nuestras lenguas rebeldes colman el mundo de verdes palabras.

Más información sobre el encuentro:

https://ffyh.unc.edu.ar/derechoslinguisticos/